10 septiembre, 2010

Presentan libro “Palabra y reflexión” de Oscar Ortega

Ayer se presentó el libro “Palabra y reflexión” de Óscar Ortega Arango, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Los comentarios estuvieron a cargo de los poetas Rodrigo Ordóñez Sosa y Manuel Iris. El primero destacó que el autor es un excelente maestro porque motiva a sus alumnos a cuestionar y pensar, además de que convive con ellos.

Comentó que al analizar la riqueza de aportaciones presentes en el libro se destaca que la modernidad en Latinoamérica y la nueva visión del mundo nos dejan como herencia un alma desgarrada para resguardarnos de la tormenta, de ahí que una de las propuestas del libro es mirar hacia nuestro continente para estudiar y revisar sus producciones literarias.

Exhortó a los interesados en el tema a leer esta obra porque considera que es una plataforma que les permitirá responder los planteamientos del panorama literario actual.

Por su parte, Manuel Iris dijo que hay que leer esa obra de Ortega Arango para saber cómo escribir un ensayo.

La obra fue editada por el Consejo Editorial del Instituto de Cultura de Yucatán y el CONACULTA. Reúne un total de doce textos que presentan aproximaciones a discursos literarios latinoamericanos producidos desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la primera década del XXI.

Óscar Ortega Arango es Licenciado en Lingüística y Literatura por la Universidad Distrital “Francisco José de Caldas” de Bogotá, Colombia; cursó estudios de maestría en Literatura Hispanoamericana en el Seminario Andrés Bello del Instituto Caro y Cuervo; es Maestro en Literatura Mexicana por el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la Universidad Veracruzana de Xalapa, Veracruz, México. Recientemente, presentó su examen de grado en el Doctorado en Filosofía de la Universidad de Hamburgo (Alemania). Entre sus publicaciones están: “Villa y Zapata: Hombres en el papel” (2004), “Principios de interpretación del discurso literario” (2005) y “Género y representación” (2008); la colección de fascículos Educ-arte en género (cuatro fascículos) (2009), entre otros.

Publicado por Victor Lara en Por Esto! 10 de septiembre de 2010

08 septiembre, 2010

“De la vida cotidiana para contar”, una interesante recopilación

El Salón de Consejo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) fue escenario de la presentación del libro “De la vida cotidiana para contar”, de Jorge Luis Canché Escamilla, que fue presentado por los doctores Pedro Hernández Herrera, Carlos Bojórquez Urzaiz y Rodrigo Ordóñez Sosa.

El autor, profesor e investigador en economía, en entrevista comentó que su libro recoge una serie de artículos escritos a lo largo de varios años, exactamente en el período comprendido del 2003 al 2005, tiempo en el que continuó escribiendo notas relacionadas con la vida a manera de crónicas, las cuales ha tenido la fortuna de que fueran publicadas en diversos medios periodísticos, principalmente en los diarios POR ESTO! y Tribuna, ambos de circulación regional, el primero de Yucatán y el segundo de Campeche.

Mencionó también tener la suerte de andar en diversas actividades que se dan en la vida y realizarlas con pasión e interés, lo que ha dado lugar para conformar el contenido de su presente obra, por lo que ser un observador de la vida cotidiana, el deseo de compartir las experiencias adquiridas y recibir comentarios favorables a tales escritos ha motivado está segunda entrega.

Dijo tener en claro que las exigencias son cada vez mayores al tener el interés por la pluma y la conjunción de letras que se transforman en palabras, relatos o crónicas como las que ahora se presentan, por lo que empezar a escribir con regularidad en el género de la crónica ha sido sumamente complaciente, tanto que las satisfacciones del comienzo se han sumado día tras día y la posibilidad y oportunidad de escribir sobre el acontecer, la forma de hacerlo y comunicarlo, marca la diferencia entre el que quiere y puede hacerlo.

Durante la presentación, el Dr. Carlos Bojórquez Urzaiz señaló la escritura de Jorge Luis Canché Escamilla atestigua cuanto ocurre en el entorno en que se mueve, cuyas esencias las vincula a su constante añoranza por poblados como Halachó, lugar al que lo ligan elementos incluso consanguíneos, por lo cual allá está a cada rato y apoya sin ningún interés a los editores de una valiosa revista bilingüe, por lo que ocupemos la mirada en este libro que se presenta, tomando en consideración las cosas referidas, porque ellas son la atmósfera que explica esta hermosa colección de artículos que es seguro será del completo agrado de sus lectores.

El valioso comentario del Dr. Pedro Hernández Herrera señala el magnífico e interesante trabajo editorial que no solamente recrea la alegría de vivir, sino demuestra que la economía no está reñida con la escritura y la lectura.

Por su parte, Rodrigo Ordóñez Sosa, presidente de la Red Literaria del Sureste, comentó que las virtudes del autor son inigualables por la forma en que cuenta las anécdotas en su obra, la cual hace de manera fresca y juvenil, pero sobre todo es un rescate de la historia, en este caso de lo que es la colonia Sambulá, de cómo realiza un recorrido por todos esos juegos tradicionales que se han ido perdiendo, los remedios caseros de las abuelitas, todo ese universo que engloba desde la anécdota misma en sus relatos en el libro, además de los valores que resalta el autor, como las tradiciones familiares de cómo armar el muñeco de año nuevo y todo lo que hay alrededor, como estamos acostumbrados a verlos, que pasan desapercibidos y que son esas pequeñas semillas que nos van a dar el cimiento para nuestros recuerdos.

Publicado por Luis Tamayo en Periódico Por Esto! el 8 de septiembre de 2010

06 septiembre, 2010

CHARLES BAUDELAIRE: LARGA VIDA AL REY

El primer libro de poemas que tuve en mis manos fue “Las Flores del Mal”, del poeta francés Charles Baudelaire. Con una edición que incluía apenas unas 20 de esas preciadas flores me refugié en un café para leerlas hasta agotar el licor que desprendían. Con infinidad de líneas subrayadas y unas ligeras manchas en sus bordes, estuvo conmigo en los primeros años de la universidad, latiendo en mis manos cada vez que lo releía para comprender que la poesía es un acto lúdico, rebelde, combativo, que es la vida misma cambiando con cada frase; mientras más experiencia adquiría, los poemas se transformaban en un festín de significados.

En su 143 años de aniversario luctuoso efectuado el pasado 31 de agosto, el fundador del Simbolismo Poético creó una veta de exploración sensorial para los escritores a través de la teoría de “correspondencias”, que explica la vinculación entre los aromas y los recuerdos; también, la síntesis de un universo de ideas a través de un símbolo, la ambigüedad en la significación de sus textos catalogados en su época de inmorales, herejes y que un jurado determinó que debía suprimir seis poemas y pagar una multa de 300 francos.

Con el concepto de correspondencias expandió el universo conceptual de la poesía, utilizando la experiencia sensorial para entrelazar los recuerdos y la vida cotidiana en sus poemas. Asimismo, recurrió a la perturbación de los sentidos como metáfora del trastorno espiritual del hombre ante la llegada de la modernidad urbana e intelectual a París.

Posteriormente, publicó “Pequeños Poemas en Prosa”, cuyo tema central es la vida cotidiana de todas las clases sociales, así como continúa relatando su asombro ante la renovación arquitectónica que experimentó la ciudad con la creación de las avenidas, calles y edificios durante mediados del siglo XIX.

Ante una ciudad cambiante por enormes construcciones arquitectónicas, consolida su término Spleen, esbozado en su primer libro. Dicho concepto sintetizó un estado de ánimo que aglutinó la sensación de tedio, hastío y aburrimiento envueltos por una imperceptible tristeza que se niega a abandonarnos, la cual obliga a los poetas a salir a las calles a convertirse en un espectador de los males, la alegría y las derrotas de sus congéneres, pero siempre como un observador que no interviene ni interactúa con ellos, sino que sólo consigna la realidad a través de la poesía.

Acuñó el término “paseante” para describir sus largos paseos por los barrios y avenidas que le sirvieron para observar los cambios espirituales asociados a la renovación urbana de París. Entonces, la principal herramienta del poeta es la mirada, aquella contemplación que le permite conocer la discriminación de los desposeídos que ven desde las ventanas de los lujosos restaurantes a los clientes comer, ser testigos de cómo son echados del nuevo paraíso, verlos temblar de frío y peleando todos los días por un mendrugo de pan. Por ello, la crueldad utilizada en sus poemas tiene como objetivo despertar la indignación de los lectores.

Son muchas las aportaciones que hizo el poeta, desde el impacto de los avances tecnológicos en el pensamiento, el cambio de la concepción de ciudad o la doble moral burguesa; sin embargo siempre será reconocido por el compromiso social que demostró en sus obras sin que signifique sacrificar la belleza poética.

El vigor de su renovación estética sólo encontró un obstáculo: la sífilis. En marzo de 1866 la enfermedad le produjo un ataque de afasia y hemiplejía que lo mantuvo postrado y mudo en una cama de hospital hasta su muerte en agosto del año siguiente. Así, pese a que el rey ha muerto, su voz aún tiene larga vida.

Publicado en Periódico Por Esto! el 2 de septiembre de 2010

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