25 diciembre, 2009

Historia Breve del Cómic Mexicano


En México los cómics tienen una larga tradición en la creación de personajes construidos culturalmente con el imaginario mexicano. Como parodias a la ideología imperante en su momento histórico, utilizando los usos y costumbres como herramientas para realizar una crítica de nuestra forma de vida. Es por ello que temas como la corrupción policíaca, los vicios de la política, nuestra facilidad para creer en lo sobrenatural, la brujería y los chismes convertidos en verdades, son parte del mundo narrativo planteado por los autores, crean la atmósfera y operan como reglas inamovibles para sus personajes. El género entró en el panorama cultural a partir de 1934 con revistas como Paquito o Pepín, las cuales formaron parte de la vida de miles de jóvenes y niños. Como muestra de su aceptación en el país, Pepín tenía un tiraje diario de 700 mil ejemplares, mientras que los domingos duplicaba su producción. Sin embargo, sus lectores disminuyeron a principios de la década de 1950 cuando la Editorial Novaro introdujo y reimprimió cómics norteamericanos, como Spiderman y Superman, aunque el éxito sería breve, porque la censura que hubo en torno a las historietas norteamericanas acabo por alejar a los lectores mexicanos.Ese período histórico conocido la Edad Oscura del cómic norteamericano comprendió de 1950 a 1961. Como consecuencia de la censura a los creadores, editores y dibujantes impuesta por el Comic Code Authority, los personajes de las historietas debían resaltar los valores familiares, el patriotismo, eliminar la utilización de armas, evitar temas delicados como las adicciones, el narcotráfico, la violencia así como utilizar un lenguaje “colorido”, similar a las caricaturas, lo cual hizo que los argumentos sean flojos, infantiles y muchas veces sin sentido. Todas esas reformas se debieron a la demanda de padres de familia y grupos educativos, influenciados por el libro Seduction of the Innocent del psicólogo Fredic Wertham, quien culpó a los cómic de la criminalidad infantil. Irónicamente, ese contexto adverso para las principales empresas editoriales de Estados Unidos, catapultó el consumo de las ediciones mexicanas de cómic entre 1950 y 1960. Durante ese período surgieron las revistas de Hermelinda Linda, La Familia Burrón, Los Supersabios, El Chahuistle, Los Supermachos y Los Agachados. Narraciones dedicadas a la parodia política, los enredos de vecindad, críticas sociales y denuncia. Así, pese al auge que experimentaron, durante 1970 desaparecieron muchas de ellas, quedando en los puestos de revistas El Libro Vaquero, Sensacional de Luchas o Los Chafiretes. La excepción en ese período fue Kalimán, el Hombre Increíble creado en Radioteatro en 1963 por Rafael Cutberto Navarro y Modesto Vázquez González, y, dos años después, sus aventuras comenzaron a publicarse semanalmente durante los 26 años que duró su revista. Dicho personaje combinó varios géneros en sus historias, como la ciencia ficción, el terror, la mitología, la fantasía y las aventuras. Con lo cual captó un número de seguidores elevado, tan grande era la legión de sus seguidores que publicó arriba de 1300 números sin interrupciones, así como impactó la cultura con la famosa frase “Serenidad y Paciencia”, que hasta hoy en día es utilizada. A la par de Kalimán, en los años 70’s circuló la historieta de Fantomas, la Amenaza Elegante, un personaje con la filosofía de Robin Hood. Utilizaba tecnología de punta para cometer robos espectaculares a personas deshonestas, pregonaba el cuidado del medio ambiente y combatía las desigualdades sociales. Como dato extra, en cada uno de sus números incluían citas de filósofos, novelistas, poetas, historiadores y hombres ilustres. Una revista que gozó de gran popularidad en México y toda Latinoamérica.Fue hasta 1980 cuando el mundo del cómic experimentó una renovación con la aparición de Karmatrón y los Transformables. La narración marcó una época entre sus seguidores gracias a la integración de los elementos esotéricos, prehispánicos, tecnología y filosofía oriental en la construcción de sus personajes y tramas. Quizá muchos recuerdan sus instructivos para el viaje astral, la meditación, el respeto a la vitalidad del universo, el redescubrimiento de nuestras raíces indígenas, y, como olvidarla, la energía Kundalini y los viajes interplanetarios. Todo un legado para una generación que nació después de la represión política, policíaca y generacional de los años 60’s y 70’s.En la década de 1990 revivió el interés de los lectores por el género gracias a la aparición del especial La Muerte de Superman. Como consecuencia de ese hecho, los creadores mexicanos comenzaron a organizarse y crear sus propias firmas editoriales para lanzar sus obras, aprovechando los espacios creados por las tiendas especializadas en la materia, las cuales se multiplicaron vertiginosamente por esas fechas.En el país, los estudios de creación dedicados al cómic florecieron a partir de 1994, con la creación de Cygnus Studio en Monterrey. Cuna del primer cómic de la época moderna: Ultrapato de Edgar Delgado. A esa revista le siguieron sus secuelas Valiants y Lugo en 1997. Asimismo, estuvo el Estudio Entropía con Xiuhcoátl, la Serpiente de Fuego. Además, hubo creadores independientes como Polo Jasso con Cerdotado, cuyo trabajo lo distribuye a través del sello Psycomix.Además, hubo escritores como Edgar Clément con su Operación Bolivar y Bachan con El Bulbo, quienes retomaron los elementos de la tradición anterior para crear una nueva corriente de superhéroes identificados con la cultura mexicana. Con esos trabajos se inauguran nuevos derroteros en la concepción del cómic en México. Al adentrarnos en esos universos narrativos, descubrimos que el talento no sólo reside en Estados Unidos. BIBLIOGRAFÍA Garza, Héctor C. “El Batman de la Edad Oscura” en: Batman. Editorial Vid, México, número 281, 15 de Febrero de 1999, página 6.Valenzuela, Armando. “Breve Historia del Comic Mexicano” en: El Correo del Maestro. Revista para Profesores de Educación Básica. Uribe y Ferrari Editores, México, número 50, Julio del 2000, s/página.
Publicado en la Revista Soma

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estaría bien que también algún día hablaras del comic destello de Jorge Villarreal

contador

Licencia

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.